CERREMOS FILAS COMO UN EJÉRCITO EN ORDEN DE BATALLA, UNA BATALLA DE PAZ Y ALEGRÍA.








OREMUS PRO BEATISIMO PAPA FRANCISCUS.

OREMUS PRO BEATISIMO PAPA FRANCISCUS DOMINUS CONSERVET EUM, ET VIVÍFICET EUM, ET BEATUM FACIAT EUM IN TERRA, ET NON TRADAT EUM IN ANIMAM INIMICORUM EIUS. (Enchiridion Indulgentiarum) "Diariamente ha de ocupar un lugar de primer orden en nuestras oraciones la persona del Romano Pontífice, su tarea en servicio de la Iglesia universal, la ayuda que le pestan sus colaboradores más inmediatos... porque es abrumador el peso que, con solicitud paterna, ha de llevar sobre sí el Vicario de Cristo: si onsideramos en la presencia de Dios, si advetimos -no es dificil, al conocer comentarios de la prensa laicista, de otros medios de comunicación, etc.- la resistencia conque le combaten los enemigos de la fe; si conocemos la presión de los que abominan del afán apostólico de los cristianos y se oponen a la tarea evangelizadora que impulsa constantemente el Papa, pediremos fervientemente al Señor que conserve al Romano Pontífice, que lo vivifique con su aliento divino, que lo haga santo y lo llene de sus dones, que lo proteja de modo especialísimo" (Francisco Fernández Carbajal: Hablar con Dios, Tomo III, Ediciones Palabra, Madrid 1988, p. 380)
PAPA EMÉRITO BENEDICTUS XVI Joseph Ratzinger 19.IV.2005 - 28.II.2013

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Historiador. Profesor Titular de Historia de la Cultura y del Derecho en el Seminario de Historia del Derecho del Doctorado en Ciencias Jurídicas y en la Carrera de Abogacía en la Pontificia Universidad Católica Argentina y Profesor Titular de Historia Constitucional Argentina en la UCALP:

domingo, 15 de marzo de 2009

El Papa pide a católicos del mundo rezar por su próximo viaje a África



VATICANO, 15 Mar. 09 / 09:38 am (ACI)

Ante miles de fieles y peregrinos que se reunieron en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI pidió a todos los católicos rezar por su próximo viaje a África y confió este peregrinaje al patrono de la Iglesia universal y suyo, San José, cuya fiesta se celebra el 19 de marzo.

"Con esta visita quiero abrazar todo el continente africano: sus miles diferencias y su profunda alma religiosa; sus antiguas culturas y su fatigoso camino de desarrollo y de reconciliación; sus graves problemas, sus dolorosas heridas y sus enormes potencialidades y esperanzas", dijo el Papa.

"Tengo la intención –continuó– de confirmar en la fe a los católicos, alentar a los cristianos en el esfuerzo ecuménico y llevar a todos un anuncio de paz confiado a la Iglesia por el Señor resucitado", dijo el Papa al referirse a su primer viaje apostólico en África que iniciará el martes 17 y culminará el lunes 23 de marzo.

Haciendo una referencia a las lecturas de hoy, el Papa dijo: "parto hacia África con la conciencia de no tener otra cosa que proponer y donar a cuantos encontraré más que a Cristo y la Buena Nueva de su Cruz, misterio supremo de amor, de amor divino que vence toda humana resistencia y hace posible el perdón y el amor hacia los enemigos".

"Esta es la gracia del Evangelio –dijo el Papa– capaz de transformar el mundo porque genera una irresistible fuerza de paz y de reconciliación profunda y radical. La Iglesia no sigue objetivos económicos, sociales y políticos; la Iglesia anuncia a Cristo, con la certeza de que el Evangelio puede tocar los corazones de todos y transformarlos, renovando de este modo desde su interior a la persona y a la sociedad".

El 19 de marzo, durante la visita pastoral en África, "celebraremos la solemnidad de San José, patrono de la Iglesia universal, y el mío personal. San José, advertido en sueños por un ángel, debe fugar con María hacia Egipto, en África, para poner a salvo a Jesús recién nacido, que el rey Herodes quería asesinar", dijo luego el Santo Padre.

"A la celeste intercesión de este gran Santo confío el próximo peregrinaje y la población de toda África, con los desafíos que la signan y las esperanzas que la animan. En particular, pienso en las víctimas del hambre, de las enfermedades, de las injusticias, de los conflictos fraticidas y de toda forma de violencia que desafortunadamente sigue golpeando a adultos y niños, sin distinguir a misioneros, sacerdotes, religiosos, religiosas y voluntarios".

"Hermanos y hermanas, acompáñenme en este viaje con vuestra oración, invocando a María, Madre y Reina del África", concluyó el Santo Padre.

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